Lo que nos dejaron los árabes
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Sumidos en guerras sin fin, envuelta por el velo del odio y la miseria, la cultura árabe se ve opacada por los fundamentalistas de siempre. Aquí pretendemos acercarles una visión de la amplitud y riqueza de sus origenes. Astronomía
Sede de observatorios en Bagdad, El Cairo, Córdoba, Toledo y Samarkanda, el Islam fue, sin lugar a dudas, uno de los centros astronómicos más importantes del mundo.
La escuela de astronomía de Bagdad tiene su origen durante el reinado del astrónomo Al Mansnur, el segundo califa de los Abássidas (754-775). Durante el reinado de sus sucesores, Harun arr-Rasheed y Al Mamun, la escuela realizó ciertos trabajos importantes: se revisaron las teorías antiguas, se rectificaron varios errores de Ptolomeo y se corrigieron las tablas griegas.
La escuela de Bagdad fue responsable del descubrimiento del “movimiento de apogeo” del sol, la evaluación de la oblicuidad de la elipse y su progresiva disminución y el estudio detallado de la duración exacta del año.
Los doctos de la escuela de Bagdad observaron la irregularidad de la latitud lunar más alta y descubrieron una tercera desigualdad lunar conocida con el nombre de variación, pronosticaron las manchas del sol, estudiaron los eclipses y la aparición de cometas y otros fenómenos celestes.
El califa fatimida Al Hakem (990-1021) construyó un observatorio en el monte Mocattan para el ilustre Ali Ibn Younis, inventor del péndulo y del reloj del sol, considerado como el fundador de la escuela del Cairo. Editó la gran tabla Hakemita, cuya exactitud superó a las de todos sus predecesores.
El sultán selyúcida llamado Melik Shah (1072-1092), un soberano que tenía muchos amigos entre los eruditos y los literatos, se sintió muy atraído por la astronomía. Las observaciones que dirigió condujeron hacia una reforma del calendario, 10 siglos antes de la reforma gregoriana. Los autores de esta reforma fueron Abdul Rahman Haseni y el poeta Omar Khayyam [ver: La fotografía, con poema de su autoria –en la presente edición-].
En la historia de las matemáticas, observaremos como muchos de los principios básicos de aritmética, geometría y álgebra fueron descubiertos por eruditos musulmanes.
En aritmética, todavía utilizamos sus números y su método de contar; la invención del álgebra es atribuida a los árabes. Cuando el califa Al Mamun fundo "La casa del saber", nombró como director de la misma, a Mohammed Ben Mussa Ben Khwarizimi. Su tratado sobre álgebra: Al Gebr Wa'l Maakalala (cálculos mediante símbolos) "después de haber sido la piedra angular en el edificio matemático, construido por los árabes que vinieron detrás de él, iba a iniciar un día a sus colegas occidentales en la belleza del cálculo algebraico y al mismo tiempo en la aritmética decimal" ( Max Vinte Joux: El milagro árabe, Ediciones Charlot, París, 1950).
Según la opinión de Philip K. Hitti: "Al Khwarizimi, una de las mejores mentes científicas del Islam, es sin duda el hombre que ejerció mayor influencia sobre el pensamiento matemático durante toda la Edad Media".
Su trabajo fue continuado por Thabit Ben Garrah, traductor del Almagesta de Ptolomeo, quién desarrolló el álgebra y fue el primero en aplicarlo a la geometría.
La trigonometría es la rama de las matemáticas que los árabes cultivaron con mayor entusiasmo, debido a su aplicación en la astronomía. Los primeros pasos en esta ciencia se remontan a la época de Al Batani, quien tuvo la ingeniosa idea de sustituir las subtensas de los arcos que usaban los griegos en sus cálculos trigonométricos, por la mitad de las subtensas de doble arco, es decir, por el seno de dicho arco, Al Batani fue el primero en emplear en su trabajo los términos "seno y coseno". Los introdujo en el cálculo gnómico y se llamó sombra extendida (Lo que hoy llamamos: la tangente) (en M. Charles: Concepción histórica de los métodos geométricos).
La invención del signo "cero" por Mohammed Ben Ahmad, en el año 976 revolucionó las matemáticas, pero no se empleó en occidente hasta principios del siglo XIII.
"Son los árabes quienes debieran ser considerados como los verdaderos fundadores de la física" A. Humbolt.
El tratado sobre la óptica por Hassan Ali Aitan (Alhasen) (963-1309) fue un hecho de gran importancia para la ciencia, M. Charles afirma que fue: "el principio de la moderna ciencia de la óptica".
Este trabajo trata de la posición aparente de imágenes en espejos, la refracción, el tamaño aparente de los objetos, el uso de la cámara oscura, entre otros.
E. Bernard afirma que fueron los árabes los que descubrieron el uso del péndulo para los relojes.
No se puede negar el hecho de que la brújula fue inventada por los chinos, pero fueron los musulmanes quienes la perfeccionaron para las necesidades de la navegación.
No es ninguna exageración decir que la química, como ciencia, no existía antes de los árabes.
Es cierto que los griegos conocían algunos de los elementos, pero no tenían conocimiento sobre el alcohol, el ácido sulfúrico, el agua regia y el ácido nítrico. Fueron los árabes los que descubrieron todo esto, junto con el potasio, la sal, el amoníaco, el nitrato de plata, la corrosión y la preparación del mercurio.
Si añadimos al hecho de que uno de los procesos básicos de la química, la destilación, fue un descubrimiento árabe, y que fueron ellos los primeros en usar los métodos de sublimación, cristalización, coagulación y copelación para extraer y mezclar sustancias, tenemos que reconocer que la contribución de los árabes a esta ciencia fue decisiva.
Un importante número de términos empleados en química como son alcohol, alambique, alcali, elixir, etc. son de origen árabe.
El químico árabe más grande fue Abu Mussa Djafar Al Kufi (Djeber), que vivió en la segunda mitad del siglo VIII. Varios de sus trabajos fueron traducidos al latín. El más importante de todos es "La suma de la perfección" traducido al francés en 1672. Abu Bakr Zacari Al Razi (Razes) en su libro "Al Hawi", fue el primero en describir como se hace el ácido sulfúrico y el alcohol que se obtenía destilando el almidón o la glucosa fermentada.
Como se puede observar, los árabes procedieron de los estudios teóricos a la aplicación práctica.
Los árabes continuaron la obra de los nestorianos, fundando en Bagdad la primera escuela de Farmacia a la que pronto siguieron otras. Las enseñanzas versaron al principio sobre la Botánica, pero después se juntaron a las mismas las de Química, particularmente cuando la Alquimia se fue desarrollando. Se estableció en todo el califato una legislación especial para la profesión farmacéutica, en relación con la importancia que se daba a ésta por su misión y los estudios que era preciso aprobar para poder ejercerla.
La medicina farmacéutica de los musulmanes se distinguió por una complicación extraordinaria en las fórmulas. Sin embargo, el principal mérito de los farmacéuticos árabes consistió en el adelanto que supieron imprimir a las operaciones de laboratorio, cuyo inmediato resultado fue la Alquimia, madre de la moderna Química. Resurgió con ellos el arte de la destilación, olvidado -pues lo habían empleado los antiguos egipcios y los griegos. El resultado inmediato de este nuevo procedimiento fue la preparación del alcohol y de las aguas destiladas, particularmente de rosas, a la que concedían gran importancia terapéutica.
La aplicación de la química en la farmacia trajo como consecuencia un gran número de los productos que usamos diariamente: el alcanfor, los jarabes y pomadas. Su progreso en la química industrial se muestra en el conocimiento de sus artesanos en el arte de teñir, de curtir cueros y de templar el acero.
Entre las invenciones que beneficiaron a la industria, debemos mencionar la pólvora, y la fabricación de papel hecha en algodón, lino o trapos. La invención de la pólvora estuvo durante mucho tiempo relacionada con Roger Bacon, Alberto Magno y Berthold Swartz, también atribuida a menudo a los chinos.
Estudios hechos por Reinaud y Fave han demostrado que, "aunque los chinos descubrieron el salitre y su utilización en fuegos artificiales, fueron los árabes quienes inventaron la pólvora como sustancia explosiva capaz de disparar proyectiles, es decir, que inventaron las armas de fuego.” Emplearon este tipo de proyectiles en defensa de Algeciras en 1342, cuando fue atacada por Alfonso XI.
Será difícil exagerar la importancia de la invención del papel. Ello abrió una nueva época para la civilización. La difusión de libros baratos y la popularización de los estudios, solamente han sido posible desde que los árabes destituyeron el pergamino del mundo antiguo y el papel de seda de los chinos por papel corriente tal como los conocemos hoy en día.
Durante los primeros siglos de la Hégira, el estudio de la medicina era parte integral de una completa educación. Por eso el número de médicos famosos y de tratados es considerable. Durante varios siglos los trabajos de Rhases, Avicena, Abul Cassis e Ibn Zohar, fueron la base de los estudios médicos en todas las universidades europeas.
Las escuelas de medicina de Salerno y especialmente Montpellier adquirieron fama mundial. El conjunto de conocimientos médicos publicados por Rhases (Abu Bakr Ibn Zacaria Al Razi) bajo el título de "Havi" (la vida virtuosa), así como su otro libro titulado "Mansur", sobre el califa Al Mansur, a quien se lo dedicó, fue durante cientos de años el más respetado y el más ampliamente utilizado de los manuales médicos.
"Havi" fue uno de los 9 tomos que constituían toda la biblioteca de la facultad de medicina de París en el año 1395. Contiene la primera descripción de algunas fiebres eruptivas como la viruela y el sarampión. Al Razi introdujo en farmacias el uso de purgantes suaves, la aplicación de ventosas en caso de apoplejía y la utilización de agua fría en caso de fiebre persistente. A él se le atribuye la invención del sedal, que se utilizaba con mucha frecuencia. Los trabajos de Al Razi fueron traducidos al latín y publicados en varias ocasiones, principalmente en 1509 en Venecia y en 1528 en París. Su tratado sobre la viruela fue publicado de nuevo por última vez en el año 1745.
Abu Ali Al Hussain Ibn Abdallah, conocido en oriente como Ibn Sina y en el resto del mundo como Avicena, fue sin duda alguna el más grande de todos los médicos musulmanes su libro "Preceptos de la medicina" (canun fi-'l- Tib) se publicó en lengua árabe en Roma en el año 1543. Apareció en una nueva edición de 5 tomos que trataban fisiología, higiene, terapéutica y materia médica.
Durante 600 años, desde el siglo XII hasta el siglo XVIII, esta obra sirvió como base para los estudios médicos en todas las universidades francesas e italianas.
Durante el siglo XV fue editada 15 veces en latín y una vez en Hebreo. Se imprimió una y otra vez hasta el siglo XVII e incluso a principios del siglo XIX se dieron cátedras sobre este trabajo en la facultad de medicina de Montpellier. Avicena escribió también un libro sobre "remedios para el corazón" y algunos poemas sobre medicina.
Los árabes llegaron a manejar alrededor de 760 fármacos.
El progreso más importante realizado por los médicos musulmanes fue en el campo de la cirugía. Ya en el siglo XI sabían cómo tratar cataratas por prolapso o extracción del cristalino, litotricias y hemorragias; sabían como usar los cáusticos y sedales y practicaban la cauterización y conocían los anestésicos: frecuentemente, antes de una operación dolorosa, administraban una droga hecha de una planta llamada "cizaña", hasta que el paciente quedaba completamente inconsciente.
El cirujano musulmán más destacado es Abul Qasim Khalaf Ben Abbas (Abulcassis) de Córdoba, que murió en 1107. El famosos fisiólogo Haller afirma que sus trabajos fueron "la principal fuente de inspiración para todos los cirujanos desde esa fecha hasta el siglo XIV". Las obras quirúrgicas de Abulcassis fueron impresas en latín hacia 1487.
La España musulmana produjo otros médicos de gran reputación, entre ellos, Ibn Zohar y Averroes. El principal mérito de Ibn Zohar fue la introducción de las leyes de observación científica a la medicina. El punto más importante de su terapia era el de los poderes naturales del cuerpo humano para autocurarse de ciertas enfermedades. Fue el primero en combinar el estudio de la medicina con el de la cirugía y farmacia. Sus escritos sobre cirugía hablan por primera vez de la broncotomía y contienen instrucciones detalladas para el tratamiento de dislocaciones y fracturas.
Abdul Walid Mohammed Ibn Ruchd, más conocido en occidente como Averroes, escribió un tratado sobre antídotos contra venenos y fiebres. Su principal obra médica "Kulliyet" se imprimió por primera vez en Venecia en el año 1490.
En oftalmología el "memorándum para oculistas" de Ali Ibn Issa, no se quedó anticuado hasta el siglo XIX. La primera operación de extracción de una catarata se llevó a cabo en el año 1256 por Al Mahusin, que inventó la aguja hueca.
Sabemos que la religión musulmana contiene normas sobre higiene, como lo son:
* baños frecuentes
* prohibición de alcohol
* prohibición de la carne de cerdoLos médicos musulmanes dieron importancia a la observación de las normas higiénicas en el tratamiento de las enfermedades. "Los hospitales árabes, dice Gustave Le Bon, fueron construidos bajo condiciones que, desde el punto de vista higiénico, fueron muchos mejores que nuestros hospitales de hoy en día. Eran enormes y en ellos circulaban libremente el aire y el agua (...) Los aforismos de la escuela de Salerno contienen muchas instrucciones muy valiosas sobre la higiene. Sabemos que esta escuela, que fue considerada durante mucho tiempo como la mejor de Europa, debe su reputación a los árabes".
Hay que considerar el nacimiento de la poesía lírica moderna en Europa. Surgió casi simultáneamente en España y Francia, a principios del siglo XII, y se extendió a Italia y al resto de Europa. Los romances españoles y las trovas provenzales son sus primeras formas de expresión.
¿Qué es exactamente la canción de los trovadores?.
El trabajo de Julien y de Ramón Menéndez Pidal, y los estudios de R. Nycle, muestra como la poesía de los trovadores deriva de la poesía popular árabe-andaluza.
Las últimas investigaciones de la Nueva Escuela Española de Historia, han establecido entre la poesía lírica andaluza, cuyos primeros ejemplos aparecieron a finales del siglo IX, y la poesía lírica provenzal, claros paralelos.
Esta forma de poesía apareció en Andalucía en el siglo IX, en el popular “Zerjel”. Esto representa uno de los más atractivos resultados de la fusión de dos civilizaciones, la árabe y el romance.
El notable trabajo de Asím Palacios sobre el origen musulmán de la Divina Comedia, ha demostrado la influencia que ejerció sobre Dante el místico Muhy Addin Ibn Arabi, y el poeta ciego Abul Ala Al Maari. La novela filosófica de Ibn Tufayl “Hay Ibn Yakzan” ( El viviente, hijo del vigilante), traducida al latín por Edward Pococke hacia 1671, inspiró a Daniel Defoe para su obra “Robinson Crusoe”.
Ibn Hazm, una de las mentes mas brillantes de la España musulmana ejerció una influencia constante sobre la literatura occidental. Fue un escritor muy prolífico, escribió varias fábulas, cuentos y apologías que, a partir del siglo XIII, se extendieron por toda Europa.
“En general, la contribución árabe más valiosa a la literatura de Europa medieval fue su influencia sobre la forma, gracias a la cual la imaginación occidental pudo liberarse de las reglas impuestas por la tradición” (Phillip Hitti).
Sobre la poesía persa Goethe dijo una vez: “A lo largo de 5 siglos los persas tuvieron solamente 7 poetas que ellos consideraron como verdaderos maestros, pero incluso entre que aquellos que rechazaron, los había mejores que yo”.
Hafiz fue el primer poeta persa que consiguió verdadera fama en Europa. Fue el orientalista alemán Von Hammer-Purgstall quien introdujo -hacia 1812/13- al maestro de los “ghazels” (poemas líricos) a los lectores occidentales.
La verdad es que, al principio, sólo trajo la atención de un limitado círculo de literatos, hasta que Goethe publicó su colección de poemas llamados “ West-Ostlicher Diwan”, en 1819.
La colección de poemas de Hafiz, fue traducida de manera parcial o en su totalidad a todas las lenguas europeas. Pero la fama de Hafiz, como la de todos los demás poetas de oriente y occidente fue superada por el renombre mundial de Omar Khayyam [poema en esta edición de Blush, en la sección La fotografía]. El es verdaderamente, uno de los poetas más leídos en los dos hemisferios. Existen por lo menos doce traducciones del “Rubayat” en francés, así como varias en inglés, alemán, ruso, italiano, español, danés, húngaro y turco.
Se puede hablar, con razón de un verdadero culto al poeta en los países anglosajones. El club de Omar Khayyam se fundó en Londres en el año 1892 y dio origen a una multitud de instituciones similares.
El arte musulmán surgió como resultado de la fusión de los estilos que encontraron los árabes a lo largo de su conquista de los países del Mediterráneo Oriental.
La fórmula de este nuevo arte fue modificada y enriquecida por los diversos pueblos que formaron parte de la comunidad islámica, según su talento nativo y las influencias externas a la que estaban sujetos.
De esta forma, los monumentos de El Cairo y Córdoba pueden ser confundidos con los de Samarkanda o los de Delhi. El sobrio balance de los planos y de los volúmenes y la moderación arquitectónica de los monumentos de Alepo y Damasco, son diferentes a la exuberante fantasía de los palacios de Granada y de Sevilla.
La inteligencia abstracta de los hombres del desierto encuentra su expresión en las líneas geométricas del arabesco. Los azulejos esmaltados y floreados de Ispahan reflejan los sueños poéticos del Irán.
Pero esta diversidad no impide la unidad.
La España medieval aceptó la mayoría de las tradiciones artísticas de Andalucía, que había estado bajo la directa ocupación de los árabes. La influencia sobre el arte italiano fue también considerable. A Francia llegó por Septimanía, las obras de Emile Male, una autoridad en esta materia, señala su importancia.
La influencia de la mezquita de Córdoba es evidente en Notre Dame de Puy: "No puede ser pura casualidad que se vea el arco de trébol en la Catedral de Puy junto con el arco multilobulado, el arco de herradura y el arco de piedra bicolor de la Mezquita de Córdoba. El origen oriental de todas estas formas está afirmado por los caracteres árabes que enmarcan la entrada. La fachada multicolor, el doble arco, que es tan característico de la Mezquita de Córdoba y las pechinas, nos recuerdan a Andalucía (A. Fikry: L'Art roman du Puy et les influences islamiques, París 1934).
Dentro de las "artes menores" las copas y jarros tallados en cristal de roca y las cristalerías esmaltadas en colores brillantes, gozaron de especial popularidad, así como el repujado en cuero, armas, alfombras y tejidos, especialmente las sedas.
Algunas curiosidades: El tejido “damasco” toma su nombre de la ciudad de Siria del mismo nombre; la “muselina” debe su nombre a Mosul, “balaquín” viene de Bagdad; y el “tafetán” es un nombre persa.
Nos dice Ernest Renan: "Su pasión por viajar es uno de los rasgos más brillantes del carácter árabe, y uno de los que les ayudaron a poner su marca más profunda en la historia de la civilización”.
“Hasta la época del gran ímpetu de la navegación española y portuguesa, en los siglos XV y XVI, ningún pueblo contribuyó tanto como el árabe a la amplia concepción del Universo y a dar al hombre una idea exacta del planeta donde vive, que es el requisito previo de todo progreso real" (Ernest Renan, Miscelánea de historia de viajes, París 1878).
Ya en el siglo IX los comerciantes árabes, que fueron los primeros en explorar esas lejanas tierras, visitaron China, Africa y el Norte lejano, lo que ahora conocemos como la ex -U.R.S.S.
El relato del viaje de Soleiman escrito en el 851 y terminado en el 880 por Abu Zeyd, fue el primer trabajo que se publicó sobre China. Hassan Ali Al Masudi (Masudi), cuyo gran mérito fue reconocido por el mundo científico a finales del siglo XVIII, viajó a mediados del siglo X a través del inmenso imperio de los califas, de un extremo a otro. Además, visitó Ceilán, Madagascar y Zanzíbar. En su famosa obra "Pastos dorados" describe la naturaleza de los países que vio, "sus montañas, sus océanos, sus dominios, sus dinastías, así como las creencias y costumbres de los habitantes".
Ibn Haykal Al Biruni, Idrissi e Ibn Batuta, son otros viajeros y eruditos autores de obras geográficas inestimables, que hicieron accesible a Occidente horizontes sobre los cuales nunca se había soñado.
Idrissi, que nació en Ceuta en el año 1099 y que vivió en la Corte de Palermo, escribió un tratado sobre geografía para Roger II de Sicilia. "Durante trescientos cincuenta años -dice L.A. Sedillot- los cartógrafos europeos sólo copiaron este tratado con insignificantes variaciones".
Haremos una mención especial del Mapa de Tamerlan Mundi de Ulug Beg, el nieto de Tamerlan y autor de las famosas tablas astronómicas que llevan su nombre. Cuando lo dibujó, se basó, principalmente, en los escritos de Nasr De Dine Thusi y en las observaciones de Al Koshdj. Este último, por orden de Ulug Beg, realizó un viaje a China y comprobó la medida de un grado del meridiano y el tamaño del mundo.
Hablando de las cartas marítimas que elaboraron los árabes, Sedillo describe que pertenecía a Malem Cana, moro del Gujerat, a quien llevó como guía a Melinda. Otra carta, dibujada por el árabe Omar, ayudó a Al-Burquerque cuando navegaba por el mar de Omán y el Golfo Pérsico.
En una carta escrita desde Haití y fechada en Octubre del año de 1498, Cristóbal Colón nombra a Aventuez (Averroes), como uno de los autores que le condujo a adivinar la existencia del nuevo mundo
(Navarrete: Colección de viajes y descubrimientos. Citado por Renan en : Averroes y el averroismo, Madrid. A. Humboldt: 1925. "Historia del Descubrimiento del Nuevo Mundo").
En el Diccionario Histórico de Kätib Tcheleb, llamado "Hadja Khalifa", se pueden encontrar varios centenares de nombres de historiadores famosos.
Los escritores históricos más antiguos se remontan a la época de los Omeyas. Uno de los primeros escritores fue probablemente Abu Minag, citado por Masudi en su obra "Pastos Dorados". Murió en el año 130 de la Hégira (Año 747).
Verdaderamente la mayoría de los historiadores musulmanes no se dedicaron a construir esas amplias teorías que preocupaban cada vez más al pensamiento occidental, y que caracterizó a la ciencia histórica corriente. Más bien se consideraron como coleccionistas de información de archiveros para la posteridad. Se abstuvieron de definirse a sí mismo como interpretes y jueces de hechos pasados.
La especulación filosófica árabe data del primer siglo de la era musulmana y aparece primero en relación con la teodisea del Islam. Con la expansión y la asimilación de las obras de la antigüedad, el pensamiento musulmán se hace más complejo y más sutil.
En el tercer siglo de la Hégira, bajo Al Kindy, fue fundada la Escuela musulmana de escolástica, estrechamente relacionada con la tradición helenística, en ella predominan las tendencias neoplatónicas. Varios escritores de esta Escuela se encargaron de la tarea de reconciliar a Platón y Aristóteles y de ponerles en la misma línea que la religión revelada. Los más ilustres de estos escritores son Al Farabi (el Avicena, a quien debemos un tratado titulado: La ciudad perfecta), Ibn Badja, Ibn Tufayl e Ibn Ruchd (Averroes).
En filosofía, como en ciencia, el pensamiento musulmán fue un eslabón indispensable entre el pensamiento de la antigua edad y la especulación moderna.
"Es un hecho muy claro que el Islam logró reconciliar el monoteísmo, que es la principal contribución del antiguo mundo semítico, con la filosofía griega, que era la contribución primaria del antiguo mundo indoeuropeo" (Jacques C. Riesler).
Desde luego, debemos recordar que en el mundo de la meditación filosófica, la escolástica forma una parte del pensamiento musulmán, menos importante y menos original que el movimiento de ideas producido por grupos teológicos.
En filosofía, como en ciencia, los pensadores musulmanes mostraron una curiosidad intelectual que abarcaba todo… Todos los problemas sobre las causas primarias que se presentaron a la mente del hombre, todas las formas de meditación filosófica que van del empirísmo más positivo al misticismo más elevado, pasando por etapas intermedias de escepticismo y racionalismo.
Si nos detenemos a examinar la escolástica musulmana es porque la influencia de sus principales representantes sobre la filosofía religiosa y laica fue particularmente importante en la Europa de la Edad Media. Avicena y Averroes alcanzaron tal renombre en Occidente, que su fama superó en mucho la adquirida en Oriente, donde eran conocidos principalmente como médicos.
La importancia de Avicena se basa en el carácter enciclopédico de su trabajo. Estableció un sistema científico que duró varios siglos y como principal representante del escolasticismo formuló por completo esta filosofía. "No hay ni una sola tesis de nuestros filósofos medievales que no examine sus relaciones con la filosofía de Avicena. Y cuando más profundamente se examina esto, más claramente se ve que Avicena no fue sólo una fuente de la que todos bebieron libremente sino también una de las principales influencias formativas de sus pensamientos" (A.M. Goichon: La filosofía de Avicena y su influencia en la Europa medieval. Ediciones Adrien Maisonneau, París).
Alberto Magno la tomó como modelo, aunque luchó contra la filosofía árabe en general y Renan -en su trabajo "Averroes y el averroismo"- no dudó en afirmar que el maestro de Santo Tomás, que estaba muy influido por Averroes, no era un desconocido del pensamiento aviceno. El Papa Juan XXII, antes de subir al trono pontificio, "enseñaba una teoría del conocimiento, en la que Avicena sustituía a Aristoteles". Guillermo de Auvergne, Alejandro de Hales y muchos otros, aprendieron de la misma fuente.
Averroes, cuyo nombre es una distorsión de Abdul Walid Mohammad Ibn Ruchd, tuvo aún más éxito en Occidente que el propio Avicena. Por sus comentarios sobre Aristóteles adquirió una fama inigualable para cualquier otro autor musulmán.
En 1240, Guillermo Auvergne, entonces Obispo de París, mando que censuraran varias escrituras teñidas de arabismo. En 1269, Etianne Tempier, Obispo de París, confirmó esta sentencia. No obstante, esta censura no pudo aplastar el movimiento.
La filosofía árabe continuó desarrollándose. De hecho, Siger de Barabant, que está considerado como el fundador del movimiento que llamamos "averroismo latino" o "averroismo cristiano", estuvo enseñado en la Universidad de París entre los años 1266 y 1277.
En el año 1277 el Papa ordenó una nueva investigación cuyo resultado fue la prohibición de 219 escritos considerados subversivos.
Expulsado de la Universidad y obligado a comparecer ante la Santa Inquisición, Siger fue condenando a cadena perpetua. Pero a pesar de todas estas medidas, el averroismo continuó ganando terreno.
El movimiento de ideas efectuado por Averroes fue tan extenso y las críticas de su trabajo tan contradictorias, que es necesario un considerable esfuerzo para comprender la verdadera personalidad del filósofo. Hay frecuentemente una laguna entre el pensamiento original del comentador y las ideas que se le han atribuido.
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jueves, 21 de marzo de 2013
FLOWER OF LIFE ARABIAN +
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